La Fotocerámica es el arte de incrustrar, de forma permanente, una imagen sobre soportes cerámicos, de porcelana o de azulejos esmaltados.

En la fotocerámica, el proceso de fijación se da en temperaturas muy altas, en horno industrial, lo que resulta en la vitrificación permanente de la imagen sobre la cerámica.
 
Las principales características y ventajas de la fotocerámica son las siguientes: no se borra, no se raya, no se decorola. No se deteriora por el paso del tiempo, ni por los cámbios climáticos.

A finales de los años 90 y al principio de 2000 en conjunto entre los científicos italianos y alemanes consiguieron, con el Cromalin y pigmentos cerámicos, hacer lo que parecia imposible: Reproducir una cuatricomia o foto a todo color. El Cromalin es un sistema utilizado en Artes Gráficas para sacar pruebas de color antes de la impresión, siendo la base un film de resina fotosensible. Italianos han sido también los que han modificado y comercializado una fotocopiadora con toner cerámico.


Los pigmentos cerámicos funciona como una especie de toner a laser, pero con propiedades modificadas para soportar la cocción a la que es sometida la imagen. En este proceso de fijación, DIFERENTE DE LA SUBLIMACIÓN, se dá en una temperatura de 800 grados centígrados, como mínimo, en horno industrial.


Por ser sometido a alta temperatura, podemos garantizar que el producto final pueda ser expuesto a ambientes externos, microondas y lavaplatos.

Si deseas hacer una fotocerámica para tu ente querido; o conocer los modelos, visitá nuestro apartado de FOTOCERÁMICA.

Licencia de Creative Commons